domingo, 5 de febrero de 2017

Isla Las Perlas-Bucanero-Velero-Workaway

Una semana y media estuve navegando por Las Perlas en un velero llamado Bucanero de un chico francés, Manu, que lleva muchos años con su barco navegando por multitud de sitios, lo cual le ha llenado de numerosas experiencias y aventuras. Esta ha sido mi primera experiencia Workaway, intensa, en cierto modo y dónde he conocido también a personas maravillosas por dentro y por fuera: Manuela, Catalina y su hija Kenia. Gracias a Manu y lo bien que conoce las islas situadas en el Golfo de Panamá, he podido disfrutar de lugares y experiencias maravillosas.


El tiempo pasaba muy raro. Los días nunca fueron iguales, no tenían número ni posición en el calendario. Simplemente pasaban. No importaba el tiempo.

Mi primera noche, y las siguientes, durmiendo en el velero fueron muy placenteras. Me gustaba quedarme dormida mientras el movimiento de las olas me balanceaba suavemente. Normalmente era la primera en despertarme y sacaba mi cabeza por la ventana que tenía encima de la cama para observar los amaneceres y disfrutar de aquel sol que iba a estar todo el día arriba, poniéndonos morenos, hasta el atardecer.


No pasaba mucho calor, puesto que la brisa en medio del océano hacía que apenas se notara. Había mucho tiempo libre, no había clientes y algunos días nos acercábamos a las islas para repartir flyers y así promocionar al velero. Algunos días limpiábamos el casco por los laterales y también por debajo con un compresor de aire. Con una espátula intentábamos quitar el krill y las algas. Otros días me quedaba mirando a los pelícanos y otras aves sobrevolar a ras del mar dibujando movimientos sincronizados en busca de pescado para alimentarse, como nosotros, que comíamos bastante pescado: crudo, frito, a la plancha, a la barbacoa... Tengo que decir que el capitán cocinaba muy bien, todo estaba riquísimo. Todos los días nos metíamos en el agua para refrescarnos. Un día me tiré sin percatarme de que había bastante corriente, por más que me quería acercar a la escalera la corriente no me dejaba y me arrastraba hacia la popa, por suerte había un cabo suelto por ahí al cual me pude agarrar hasta que viniera alguien para salvarme, fue el Capitán el que me tiró una cuerda porque la ayuda de la pequeña Kenia no me servía...


Fuimos hacer snorkel alguna vez. El agua clara te permitía ver muchos pececitos de colores, peces globo muy graciosos, rayas pequeñas... pero un día vi a una raya de un metro y medio, negra con puntos blancos, preciosa, fue muy bonito contemplarla deslizándose por el agua, suavemente sin apenas esfuerzo.


Un día, estaba con Catalina mirando el mar, ya de noche. Me decía que había puntos luminosos dentro del agua. Yo no creía lo que me estaba queriendo decir, pensé que sería el reflejo de alguna luz que con el movimiento de agua se dispersaba. Cogimos agua con un balde atado a una cuerda y la devolvimos al mar con energía. Cuando vi lo que sucedía,mis ojos no daban crédito: bioluminiscencia!!! Uno de mis sueños se estaba haciendo realidad. El Capitán, al vernos tan emocionadas jugando con el balde, nos llevó a todos a la playa para seguir disfrutando. Allí, en el agua no podía creerlo. Nadaba y todo mi cuerpo se iluminaba en plena oscuridad, gracias al plancton, saltaba, buceaba y alguna vez abrí los ojos, ahora las luciérnagas estaban allí, dentro del agua, en mi pelo, en mi cuerpo. Preciosa la experiencia que no pude fotografiar, pero no importa, la he vivido y siempre la tendré en el recuerdo.

A veces, aprovechando cuando íbamos a comprar algún vegetal o fruta, podíamos disfrutar de preciosas playas, vírgenes, de arena blanca, a veces negra, palmeras, flores y árboles, agua azul celeste espectacular... No había turistas y toda las playas eran para nosotras.


Otro día, Manu nos llevó a ver unas ruinas en Contadora, isla que frecuentábamos bastante. Un gran hotel y un yate que poco tiempo se utilizó, quedaron abandonados en el olvido en un lugar precioso y mágico.



Hubo una misión importante, la búsqueda de agua. Estuvimos casi dos días buscando un lugar para llenar el depósito. No quedaba. Se habían agotado las reservas. Manu aprovecha el agua de la lluvia, pero hacía tiempo que no llovía. Por suerte en la marina de una isla pudimos, después de mucho navegar, rellenar los tanques. Normalmente, cuando navegábamos, yo me sentaba en la proa y parecía como si estuviera en una atracción de feria por lo mucho que se movía el velero. Terminaba un poco mareada.

Sin duda mi isla favorita es Saboga, un pequeño pueblo pescador con casitas de muchos colores y gente auténtica. El último día lo pasé allí. Y aproveché para hacer fotos a aquel pueblo tan bonito. Lz gente de allí, creo que no saben que viven en el paraíso. Por el camino me encontré a un niño llamado Fernando que me enseñó playas preciosas y pasé todo el día con él hasta que vino mi ferry.




Adiós Bucanero, adiós Islas Las Perlas, ha sido un placer.


Volví a Panamá City y me quedé unos días en un hostel bastante tranquilo. Descansando, cogiendo fuerzas y también para ducharme después de una semana y media sin poder hacerlo, negra salía el agua y de mi pelo aún quedaba krill seco, esa ducha me sentó muy muy bien.

La última noche se estaba celebrando un festival del Canal de Panamá a pocos metros del hostel, totalmente gratuito. Allí fui con un argentino y una texana y mi sorpresa fue cuando actuó Juanes en último lugar, me hizo mucha ilusión. Una buena despedida con fuegos artificiales para continuar con mi viaje.


3 comentarios:

  1. Belen estoy tan emocionada leyendo esto, te confienso que estoy un poco envidiosa o quizas mucho (pero ya sabes de aquella envidia que no daña el alma) que lindo que la estas pasando , te quiero un montonnnnn , vive y vive

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  2. Holaaa. Al final ese tiempo en el velero ha estado muy bien. Has podido ver muchos sitios bonitos y conocer a mucha gente. Me alegro de que hayas tenido todas esas experiencias pero solo es el comienzo de tu aventura, muchas más habrá.
    Un abrazo, Berto.

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  3. Me ha gustado mucho este texto, Belenitas. Tus palabras me transportan un poco allí :)

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